ALREDEDOR DE LA TIERRA

jueves, 4 de febrero de 2010


No sé si habéis visto alguna vez Españoles en el Mundo (programa de la 1, martes por la noche, para más señas). Últimamente me he aficionado a verlo pues me parece bastante interesante. En parte te muestra el lugar físicamente, culturalmente y socialmente (desde el punto de vista español) y en parte te cuenta un poco la vida del españolito en cuestión (un poco de cotilleo nunca viene mal).

Lo que más me sorprende (y más envidia da) es que suele ser gente con un buen trabajo, una buena casa, tiempo para el ocio, integrada en el país…En definitiva se les ve como gente normal pero muy contentos y felices de estar donde están y hacer lo que hacen. Además casi siempre destacan el hecho de que en España “se vive muy deprisa” y allí están más tranquilos y disfrutan más de la vida. Luego ya cuando se van a países del norte de Europa salen a relucir lo avanzados que están en la conciliación de la vida laboral y familiar, en la igualdad de hombres y mujeres, en las condiciones laborales y otros asuntos sociales (y el contraste con lo que ocurre en España resulta chirriante).

Por este programa parece que el vivir fuera de España (sea cual sea el país) fuera lo mejor que pudiésemos hacer. Supongo también que el hecho de que tengan una vida “tan ideal” hace que llamen al programa y que sea sólo estas personas las que salen, en detrimento de otras que no lo están pasando tan bien y, obviamente no van a llamar al programa para contar sus penurias en el exilio, algo así como un “sesgo de felicidad”.

En el mundo de la investigación es habitual irse fuera de España unos meses, o unos años o directamente toda la vida. A mí esta posibilidad no me llama en absoluto, a pesar de que, como en Españoles en el Mundo, la mayoría de la gente dice que fuera se está mejor (en este caso hablamos del norte de Europa y EEUU). Sobre todo está mejor reconocido el trabajo de investigación. En mi caso echaría mucho de menos a los que me rodean (pues en este trabajo muchos se van más solos que la una), la comida, los lugares que suelo frecuentar en el poco tiempo libre…muchas cosas. Eso sí, si tuviese suficiente dinero y tiempo seguro que en “plan turista” me iría sin pensarlo.

Esa sí que es una decisión difícil, la de irse fuera a vivir y a trabajar. Por eso admiro a los de Españoles por el Mundo porque han sido valientes y han sabido construir una vida fuera.

¿Os iríais vosotros a vivir y a trabajar lejos de vuestro país?

Dejo un enlace que he encontrado recientemente
del blog de una Farmacéutica por el Mundo.

2 inspiraciones:

Sophie dijo...

Mi novio se fue tres meses de estancia a Alemania y si no fuera por las ventanas sin persianas, la manía de no poner sábanas en la cama de los alemanes (sólo colchas), la falta de sol y lo complicado que es muchas veces relacionarse con la gente de Pirineos para arriba, pues encantado de la vida. Te reconocen mucho más el trabajo que haces, trabajas con más materiales, más presupuesto y en mejores condiciones, más tranquilo y con una burocracia más eficaz que la española, pero echas mucho de menos el cocido de mamá y las cervecitas del viernes noche con los amigos.

Iamatista dijo...

Ufff, qué costumbres estos Europeos del Norte!, sí, es eso, lo principal: el reconocimiento del trabajo y la burocracia. En España nos andamos con demasiadas vueltas y tonterías que no sirven para nada, sólo para cabrearse más y más!

 
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