Tenía un post a medio escribir donde hablaba de que todo en el trabajo (laboratorio de investigación) y en mi vida iba tomando su cauce, todo se estaba estabilizando puesto que ya soy oficialmente mileurista, me estaba centrando en experimentos, que me gustaba más, había puesto ilusión en aprender inglés etc, etc... Este fin de semana estaba más contenta, e, incluso, ilusionada con los avances en mi pensamiento y forma de ver las cosas, tenía tranquilidad y paz. Ahora sé que eran espejismos de fin de semana.
Hoy, más palos (unas sugerencias que me han hecho los jefes un tanto extrañas que, por supuesto, consisten en "actividades extras", llamemosle así). Y que, de nuevo, me han hecho ponerme muy nerviosa. Porque aquí en la ciencia, a los becarios se les pide:
1. Estar todo el día en el laboratorio (si comes en el cutre-comedor mejor, así pierdes menos tiempo).
2. Saber de todo por ciencia infusa (que nadie te lo tenga que explicar y mucho menos los profesores).
3. Saber buscarte la vida totalmente (ayuda=cero).
4. Tener un elevado nivel de inglés (si eres inglés y sabes chapurrear el castellano, mucho mejor).
5. Tener toda la vida disponible para hacer cursos y leer miles de artículos, ir a congresos y discutir resultados con unos y con otros (y blabla).
6. Que tengas la mínima vida social: ni casa, ni padres, ni hijos, ni novi@, ni se te ocurra quedarte embarazada (no hay permiso de maternidad, bueno sí lo hay=0 euros durante 4 meses).
Y todo eso choca mucho (demasiado) con mi forma de ver el mundo laboral (quizá muy idealista):
-Tener un trabajo normal con una jornada asequible, que sepas en qué momento llegarás a casa la mayoría de días.
-Tener un contrato de trabajo con derecho a baja, maternidad y paro.
-Que al ser nuevo en un trabajo los compañeros te expliquen lo básico y te guíen un poco.
-Tener tiempo para cuidarte, hacer otras cosas que te gusten, estar con tu familia/amigos.
Sé que los principios en cualquier trabajo son difíciles y que no siempre te ayudan lo que necesitas y que te tienes que sacar tú las castañas del fuego. Pero, de verdad, esto aquí se multiplica, sobre todo por tener la sensación de no obtener nada a parte de precariedades: bajo sueldo, malas caras, fuertes exigencias, cero tiempo libre...
Supongo que es un día en que necesito desahogarme por lo ocurrido y lo veo todo negro, pero realmente he trabajado muy duro desde que empecé la carrera (como mucha gente), me he esforzado hasta no poder más, y me estoy hartando de tantos palos tan seguidos, quiero hacerme inmune ya!.
En serio: quien no quiera sufrir, que no se dedique a esto, o quien piense como yo. La ciencia es para gente más valiente y que esté dispuesta a sacrificarlo TODO (y cuando digo TODO es TODO, hasta su salud) por ella.
El problema es que pienso que yo no estoy dispuesta. De hecho hoy he tenido una pequeña discusión con una persona a la que quiero mucho porque NO-ESTOY-DISPUESTA.
P.D.: Las becas de investigación que conceden los organismos públicos lo único que hacen es dar problemas. No deberían existir, así de claro. Deberían ser contratos, no esas cutre-becas ( me importa un espárrago que tengan mucho prestigio y sean muy buenas y sean las mejores, eso es palabrería barata), ya está bien de engañar a la gente.
Bueno, y después de este tostón que ha emanado directamente del horno de mis vivencias, os dejo una foto de Castro Urdiales (Cantabria). Foto by me. Ayy qué bonito lugar!.
Gracias por la escucha virtual.